Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

8.4.20

Autocrítica


[...] No se sabe quién ha impuesto esta dinámica, pero los maestros, adaptándose como pueden a la situación, andan con la lengua fuera tratando de cumplir el temario: la jornada entera frente al ordenador, usando medios que hasta ahora eran complementarios y convirtiéndolos en esenciales. Ellos viven abrumados rellenando formularios, generando ejercicios, corrigiendo, atendiendo a cada alumno, y a su vez, los niños se agobian por no poder acabar la tarea. ¿A quién se le ocurrió que era una buena idea que el ritmo se mantuviera tal cual cuando el momento es excepcional? No son pocos los amigos que me confiesan que esto del teletrabajo es una trampa. No hay horarios, se ha de estar permanentemente disponible, y este ambiente laboral corona histérico se ha llevado al extremo al mundo escolar. Da la impresión de que para demostrar a la sociedad que estos días no serán en absoluto vacaciones encubiertas para los profes (como así dejó caer el sensible presidente de Castilla-La Mancha) han de mantener una actividad estresante.

Si bien es cierto que la nueva generación de docentes estará más adaptada a la realidad tecnológica, hay profesores que ganan con la presencia, como hay músicos que mejoran en directo. Esta educación virtual nos muestra también una realidad que no debemos ignorar: hay hogares sin banda ancha, familias que no tienen ordenador o solo hay uno para el trabajo del padre o de la madre. Hay progenitores que no disponen de tiempo o capacitación para ayudar a los hijos en la tarea. Tenemos la certeza de que los que más sufrirán este parón serán los niños de nivel económico más bajo. Y yo me pregunto si esta desigualdad no se podría tener en cuenta al calibrar cuánto se puede exigir en una situación insólita. Es lamentable que haya familias que se las apañen con una tablet cedida por Save the Children. No logro entender por qué no simplificar estos días, por qué no dedicar el encierro a crear, jugar, escuchar música, escribir, leer, dibujar, reflexionar. Recordemos nuestra infancia, nuestro sagrado tiempo para fantasear y jugar en solitario. [...]


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