Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

Antología poética

Curso 2021-2022

BIOGRAFÍA

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay, sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: morir.

                                                                           GABRIEL CELAYA


Aprende una segunda lengua, también nos dijeron,
y pedimos a nuestros padres un esfuerzo más.
Ellos lo comprendían, y alargaban la mano
con billetes rugosos y una sonrisa presa
de hasta cuándo las clases, hasta cuándo crecer,
hasta cuándo el dinero.

Viajamos a Dublín, Londres, Toronto, Malta…
con sustanciosas becas que el gobierno ofrecía
a la futura clase media,
y pusimos en marcha los primeros
how are you?, my name is, nice to meet you.
Bebimos negra la cerveza,
comimos fish and chips,
cogimos autobuses de dos plantas
e hicimos el amor por vez primera
en dormitorios donde no importaba el idioma.

Después llegó la crisis del ladrillo
y nos pidieron nuestros padres un esfuerzo más.
Emigramos a Londres, Berlín, Hamburgo, Zúrich…
fregamos vasos de cerveza negra,
recogimos bandejas de comida basura,
nos montamos en trenes sucios
e hicimos el amor como último remedio.

Y comprendimos, además,
que una segunda lengua es un exilio
irremediable
hacia el silencio.                                                       ABRAHAM GUERRERO



DE CUANDO ME EQUIVOQUÉ DE BAR

Yo soy de esa clase de amigos
que siempre pide otra ronda en los bares.
No tengo hijos,
soy el hijo único de una dinastía de bastardos
que se llena el estómago y se autodestruye.

Mis amigos, sin embargo, son padres,
de esos que buscan una excusa para volver tarde a casa,
siempre me invitan a otra,
nunca quieren que me vaya.

Ellos me miran y cien veces
me cuentan cien veces lo difícil que es
la suerte que yo.
Ellos no ven las hormigas que trepan por mi pierna,
no las ven.
Beben tiempo con su boca de padres,
tragan tiempo con su saliva de padres
y yo me vuelvo cada vez más pequeño
y sus hijos cada vez más grandes.
Y con cuarenta, con cincuenta,
volveré al mismo bar de la esquina
y entonces los que hoy son niños se preguntarán por qué
tantas hormigas en mi boca,
por qué el amigo de sus padres se sigue creyendo joven.
 

Con cincuenta, con sesenta,
quién me llevará a casa,
quién guardará mis huesos bajo las sábanas.
 

Con sesenta, quizás, con setenta
quién contestará a mis preguntas,
quién me dirá lo difícil que es,
la suerte que yo
cuando un día me confunda y pida otra ronda
frente a la sola luz de mi nevera.                                  ÁNGELO NÉSTORE


PRIMER AMOR

Era verano entonces y a nosotros
nos picaban las piernas del sudor
y la euforia.

Desde aquel día parece que los demás
tan tibios
se quieren siempre menos.   Rosa Berbel


CRECER ES

Andar más, con más miedo,
por calles más vacías,
no creer en otros mundos
posibles o imposibles,
hacer daño a los otros sin palabras,
comprar cosas usadas por el placer
extraño de su tacto,
vender cosas,
romper cosas que nunca hemos tenido,
arrojarlas al fuego como quien cambia
la hora
de todos los relojes de la casa
para poder perder un poco el tiempo.   Rosa Berbel


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.


Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.


Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:


«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».  LUIS ALBERTO DE CUENCA

 

 

 

Tus padres se habían ido a no sé dónde

y la casa quedó para nosotros,

lo mismo que el convento abandonado

del poema de Jaime Gil de Biedma.

Con la música a tope, preparaste

una mezcla explosiva en una jarra

mientras yo te quitaba, dulcemente,

la ropa de cintura para arriba.

Llenaste las dos copas hasta el borde.

Bebimos. Nos entró la risa tonta,

y se nos puso un brillo en la mirada

que subrayaba nuestra juventud,

y nos besamos como en las películas,

y nos quisimos como en las canciones

 

Cuando la realidad era el deseo

y nuestro reino no era de este mundo.

                                                             LUIS ALBERTO DE CUENCA





Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.             GIL DE BIEDMA

 

DE PASO

Quiero atrapar tu ser y hacerlo mío,
pero solo estoy de paso.
Quiero sudar tu calor y tiritar tu frío,
pero solo estoy de paso.
Quiero subir tu montaña y remontar tu río,
pero solo estoy de paso.
Quiero vaciar tu mal y llenar tu vacío,
pero solo estoy de paso.
Quiero encender tu lujuria y apagar tu hastío,
pero solo estoy de paso.
 

Soy

permanentemente provisional. 

                                                           Nach

 

CASA

Nuestra lengua es el lugar
donde acontecen los padres.

Aunque nadie ya me llame
zagalica o xiqueta,
hay infancia en mi decir,
hay puntos ciegos
que escapan a su habla,
que es la mía.

Un negro callar de lo íntimo,
del hacer del cuerpo y su quebradura.

Un círculo que aislaba mi casa
de todas las casas,
mi lengua de todas las lenguas.

La maternal convicción
de que el tesoro de lo privado
se guarda en silencio.

“Hija, baja las persianas
y corre, del todo, las cortinas.
A nadie le interesa lo que ocurre
en esta casa”.

Los padres, cuyas bocas crearon el mundo,
no me dieron palabras para nombrar eso.

Desde entonces, su ausencia refulge
como el brillo defectuoso
de la sonrisa mellada de la niñez.

Ahora, suscribo con horror que las madres,
aunque nos aman, se equivocan.

Y me convenzo de que alguien
debe saber lo que ocurre en esta casa,
sospechosamente parecida
a aquella casa.

                                                            Bibiana Collado Cabrera


HAY QUE VER LOS COTILLEOS

Raúl Vacas (Salamanca, 1971))

Hay que ver los cotilleos

que he escuchado en el pasillo

entre pitillo y pitillo,

matrícula y papeleos:

que este año son muy feos

los chavales de mi clase,

que si el finde fue un desfase,

que si aquel con disimulo

me tocó anteayer el culo

al pedir que me arrimase,

que no sé dónde se sienta

el chico del polo negro,

que jolín cuánto me alegro

de que estés hoy tan contenta

porque al fin se diera cuenta

de que estabas coladita,

que si tienes una cita,

que si ya salió la nota,

que el de atrás es un pelota,

que menuda preguntita.

A ver cuándo en el recreo

se habla de Lorca o Neruda,

de Descartes y su duda,

de Vivaldi o de Perseo

y se deja el cotilleo

para las clases tediosas

y a otras cosas, mariposas.

Doy por cerrado este mitin

citando al profesor Keating:

«cortad, desde hoy, las rosas…»


MI VIDA HUELE A FLOR

He redondeado esquinas
para no encontrar monstruos a la vuelta
y me han atacado por la espalda.
He lamido mi cara cuando lloraba
para recordar el sabor del mar
y solo he sentido escozor en los ojos.
He esperado de brazos cruzados
para abrazarme
y me he dado de bruces contra mi propio cuerpo.
He mentido tanto
que cuando he dicho la verdad
no
me
he
creído.

He huido
con los ojos abiertos
y el pasado me ha alcanzado.
He aceptado
con los ojos cerrados
cofres vacíos
y se me han ensuciado las manos.
He escrito mi vida
y no me he reconocido.

He querido tanto
que me he olvidado.
He olvidado tanto
que me he dejado de querer.

Pero
he muerto tantas veces
que ahora sé resucitar
—la vida es
quien tiene la última palabra—.
He llorado tanto
que se me han hecho los ojos agua
cuando he reído,
y me he besado.
He fallado tantas veces
que ahora sé cómo discernir los aciertos de lo inevitable.
He sido derrotada por mí misma
con dolor y consciencia,
pero la vuelta a casa ha sido tan dulce
que me he dejado ganar
—prefiero mi consuelo
que el aplauso—.

He perdido el rumbo
pero he conocido la vida en el camino.
He caído
pero he visto estrellas en mi descenso
y el desplome ha sido un sueño.

He sangrado,
pero
todas mis espinas
han evolucionado a rosa.

Y ahora
mi vida
huele a flor.

                                     ELVIRA SASTRE

                                     VÍDEO:https://www.youtube.com/watch?v=5GRYFYFyKbE

 

    RUIDO

Si te marchas
hazlo con ruido:
rompe las ventanas,
insulta a mis recuerdos,
tira al suelo todos y cada uno
de mis intentos
de alcanzarte,
convierte en grito a los orgasmos,
golpea con rabia el calor
abandonado, la calma fallecida, el amor
que no resiste,
destroza la casa
que no volverá a ser hogar.
Hazlo como quieras,
pero con ruido.
No me dejes a solas con mi silencio.

 
                                                             ELVIRA SASTRE
 
 
 
FRAGMENTOS

Tengo un vaso en las manos.

Tras comer en silencio tú te has ido a dormir.

El vaso estalla.
Los trozos de cristal, hundidos en el agua
del fregadero, cortan.

Lo inesperado
se convierte en un vaso
que se quiebra en el agua.

Al fondo, 
todo lo que se rompe antes de tiempo:
nosotros, esta noche.          
                                                         Juan Manuel Romero (Sevilla, 1974)
 
 
 
 

Cuando me miras

Si pestañeas te lo pierdes,

si pestañeas me ganas,

mi cama son los nuevos viernes,

si doy pasos hacia atrás

Que sea andando de espaldas.

En lo que tus párpados aplauden

Da tiempo a que suban los impuestos,

a que caigan políticos,

a que me pongas rojo,

a que me pongas tierno,

a que me pongas a secas.

Tus pestañas no hacen brindis

porque trae mala suerte brindar con agua,

tus pestañas se dan abrazos sinceros

y dentro caben alegrías, celos,

tristezas, miedos y otras corazas.

Para que se cumpla mi deseo

no me hace falta tener una pestaña

y soplarla de mi dedo,

me basta con coger aire

si me miras de nuevo.

                                                     RAYDEN

 















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