Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

14.9.14

Deseos

13 deseos para Elena

Que tengas días claros como un río. 
Que tengas noches llenas de delfines. 
Que tus manos propaguen los jardines 
y tus pies nunca pisen el vacío. 

Que no comas la fruta del hastío. 
Que no sea gris el cielo que imagines. 
Que haya algodón allí donde te inclines. 
Que tus sueños no tomen un desvío. 

Pido para ti playas de Neruda, 
pido ángeles de Alberti y una espada 
de Garcilaso, un bosque de Machado 

Elena, plata azul, verdad desnuda. 
Elena nieve verde en la mirada
Que no acabe este amor que hoy ha empezado. 
                                                                            Benjamín Prado
                                                                                   Ecuador. (Poesía 1986-2001 y otros poemas)                                                                                                                                      

De la importancia de las palabras y de su uso

Las palabras son inexactas, pero es lo único que tenemos, por eso hay que hablar mucho, hablar de todo como si fuésemos hombres perfectos. Uno lee y se retuerce de dolor, y se muere por las noches porque le duelen los ojos y va al museo o al cine o al teatro y se muere de dolor porque no entiende nada. Pero después cuando lo comparte lo olvida todo […]
¿Dime cómo salta, dime cómo ríe, dime cómo habla el hombre perfecto? ¡Háblame! […]
Prométeme que nacerás y nos explicarás por última vez el cielo
Por última vez el mar
Por última vez la lluvia y los números
Prométeme que nacerás y nos explicarás por última vez
La palabra y el silencio y la muerte
[…]
Prométeme que nacerás y nos explicarás todo otra vez
Para que dejemos de hablar de ello
Y podamos vivir.

                                   Pablo Fidalgo y Celso Giménez, La velocidad del padre, la velocidad de la madre

 imagen:deviantart.com