Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

13.4.20

Anticuerpo(s)



“La espiral de pánico es peligrosa”

“La libertad hay que aprenderla, no es algo que siempre se sepa. No es un valor absoluto. Esto es lo que nos demuestra la pandemia de una manera brutal: que la gente es muy capaz de decir no a la libertad. Yo no pensé que, en nuestra época, la gente dijera con tanta facilidad no a la libertad en nombre de la seguridad. Eso me asusta mucho”.  (Géraldine Schwarz, El País, 06/04/2020)


“Las cosas como son”

Si el arte, la música, la poesía, las historias han ocupado un lugar de primacía en todas las sociedades humanas, [...] es porque han cumplido tareas fundamentales para la vida, para la supervivencia personal y colectiva. Si las artes fueran un lujo o un capricho para privilegiados, no habrían formado parte de todas las culturas humanas, en todas las épocas, en todos los lugares. Es en momentos de máxima gravedad cuando nos damos cuenta, cuando lo recordamos si lo supimos y se nos había olvidado. Necesitamos las artes para que nos expliquen el mundo y para que nos alejen del mundo, para saber lo más posible sobre la realidad inmediata y para escaparnos y consolarnos de ella.

Escucho una crónica en la radio sobre los médicos desbordados en un hospital, leo un ensayo en el periódico y me entero de los mecanismos de contagio del virus y hasta de su extraña naturaleza biológica. Pero un poco después, igual que he necesitado el alimento de la información, necesito también cobijarme temporalmente de ella, o asomarme a lo real a través de la perspectiva de una película o de una novela, o acogerme al consuelo, al efecto casi terapéutico de serenidad y armonía de una cierta música, a su afirmación del todo física y del todo espiritual de entusiasmo y arrebato. 

[...] En los hospitales hay ancianos que mueren en soledad ahogados por la neumonía y médicos y enfermeras que trabajan hasta caer agotados y tienen que protegerse con bolsas de plástico por falta de material sanitario. Ahora mismo la tarea principal de la imaginación es abarcar la magnitud devoradora del desastre.


[Rosalía, la cantante, en confinamiento]

“[...] Siempre me gusta estar haciendo cosas y estar activa. Y es verdad que esto me ha obligado a frenar de golpe. Intento verle la parte positiva a todo, aunque hay días que no me sale. A veces, echo mucho de menos a mi familia. Y estar activa. No me gusta quedarme en casa, sino estar en la calle, en movimiento, yendo para arriba y para abajo. Pero sé que ahora uno tiene que frenar y ver que el contexto es distinto. Intento verle la parte positiva y pienso que frenar también puede ser positivo. Me ayuda a reflexionar y me obliga a replantearme cosas. [...]Creo que el aislamiento a veces es positivo para el proceso creativo. Incluso a lo mejor ahora estamos todos tan aislados que parece que queremos hacer cosas con otros, más en comunión, pero creo que viene bien para reflexionar. Me planteo cosas para el futuro en estos días, pero al mismo tiempo intento estar activa y hacer música. Aquí, en esta casa, tengo una pequeña habitación donde hay un miniteclado, un micro, una tarjeta de sonido, un ordenador… y con eso ya tiro para escribir y tener ideas”.

 
“La hipótesis telemática”

Cierran las escuelas y los institutos. Es tan evidente que la enseñanza no se puede evaporar de repente como que no estábamos del todo preparados para afrontarla continuidad de la fase obligatoria por vía telemática. Empiezan a ponerse problemas sobre el tapete: la más señalada, la llamada brecha digital, porque dejaba de lado, una vez más, al alumnado más vulnerable, el que no tiene acceso a los contenidos digitales por una razón económica. En algunos lugares, se quiere dar una imagen ficticia de normalidad: los alumnos se encuentran con montañas de deberes o actividades que no saben cómo resolver. [...]

Sin embargo, fingir que es posible improvisar una programación y una agenda virtuales de la noche a la mañana es un grave error. El resultado ha sido una continuidad confusa y muy desigual, aunque no se ha dado una interrupción indeseable. Mientras algunos alumnos realizan tareas durante diez horas, en otros centros el control ha sido mucho más laxo. Sin embargo, ¿es control lo que necesitamos? ¿O más bien un acompañamiento emocional acompañado de tareas no evaluables, que es lo que se ha recomendado en Cataluña? Hay quien ve en esta situación una ocasión oportuna para impulsar el cambio pedagógico, que prescinda de las notas y del vector disciplinario. La clave de todo era mantener la comunicación directa con el alumnado, y diseñar actividades creativas que ni causaran sensación de rutina ni se convirtieran en un simulacro: la continuidad es imposible cuando la cadena presencial se ha roto.


“Estudar na casa non é igual para todos”

Os rapaces máis desfavorecidos carecen dos medios informáticos necesarios ou da suficiente competencia dixital, pero sobre todo non teñen na casa as orientacións e incluso as clases, coas que si contan outros compañeiros. Paliar na medida do posible esta discriminación require, ademais da dotación urxente deses medios materiais, dun profesorado moi implicado que apoie, coa atención individualizada máis viable (correo electrónico, teléfono, videochat...), a aqueles alumnos que non conten con axuda na casa e que teñan dúbidas tanto de manexo informático como dos propios contidos académicos. En calquera caso a Administración debe ser moi rigorosa na toma de decisións cara a este último trimestre do curso. Se a actividade académica presencial non volve axiña á normalidade, non debería continuarse coa programación didáctica prevista e tampouco realizar probas de avaliación. O sistema non está preparado aínda para un ensino regrado telemático, co que resultaría imposible garantir unha igualdade de condicións nas moitas tarefas a realizar e sairían moi prexudicados os alumnos peor situados.

[...] A flexibilidade será imprescindible, pero hai que ter moito coidado para que non ocasione inxustizas, moi difíciles logo de reparar. [...]



“Os nenos na casa”

“Nunha aula podemos atender 70 ou 100 alumnos (na universidade), arredor de 25 nos primeiros niveis de ensino, mais na situación actual cada xestión se individualiza, cada consulta presenta unha casuística distinta, as demandas veñen personalizadas e así deben ser atendidas. Iso sen contar a frustración de non dar conta do traballo e o apoio psicolóxico (e pedagóxico) ás familias, pois cada casa é un mundo. Hai oficios que non poden valorarse con criterios cuantitativos. Os nenos son o gran capital sobre os que habemos de construir o futuro. Tamén é certo que encerrados durante dúas semanas nun piso de 70 m2 tamén poden ser un polvorín”.



Gran Hermano nacional”

[...] Y no nos engañemos, para un niño lo mejor del mundo, aunque haya una pandemia, es ¡no ir al colegio! No es muy correcto decirlo, pero en este momento de anarquía puede colar. No tendrán clase, pero esto es muy educativo, una lección de vida. De todo lo dramático que hay, quizá sea lo menos. Creo que dijo Bertrand Russell: “Tuve una estupenda educación que se interrumpió el día que me mandaron a la escuela”. Algunos de mis amigos repitieron curso y son físicos, ingenieros, artistas. Algunos de los mejores periodistas que conozco ni fueron a la universidad y te dan mil vueltas. Y todos conocemos gente que se ha reinventado con algo que no ha estudiado. ¿Qué huella dejará este periodo en los chavales? Saldrá una generación interesante. Si lo hacemos bien, no descartemos que en el futuro quieran jugar a la cuarentena, encerrarse en casa todos juntos.

Lo interesante ahora está en nuestras casas. Bajo esta aplastante rutina corren días únicos. [...]




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