Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

8.4.19

Si vales, vales y vas a letras (II)



En este otro artículo “¿Las humanidades nos hacen mejores personas?” (Magi Camps, La Vanguardia Cultura, 18/02/2019) algunas personalidades de la cultura se pronuncian:

Responden a estas preguntas:

1. ¿Qué aportan las humanidades a un mundo eminentemente práctico? ¿Para qué sirven?
2. ¿El mundo funcionaría peor sin las humanidades?
3. ¿Nos hacen mejores personas?

MARINA GARCÉS
Filósofa. UOC

1. Las humanidades, para mí, no son un conjunto de disciplinas académicas “de letras”, sino una aproximación a la experiencia humana que lo que tiene en cuenta es el punto de vista de la dignidad y libertad. Por lo tanto, las humanidades son aquella mirada que no se reduce a evaluar resultados, sino que nos permite interrogarnos por el sentido y el valor de lo que hacemos. En un mundo donde la práctica se entiende como una aplicación inmediata de soluciones a corto plazo, la mirada humanística nos hace menos esclavos.

2. Me parece bastante evidente que el mundo funciona muy mal: la devastación de formas de vida, humanas y no humanas, crece exponencialmente. Ante este hecho, que casi estamos aceptando como un destino inevitable, las humanidades aparecen de nuevo como un elemento de resistencia y de contrapoder, como un compromiso existencial y político con una vida más

3. Por ellas mismas, las humanidades no hacen nada. Somos nosotros quienes nos podemos hacer mejores o peores según cómo nos relacionamos con los límites de lo que sabemos, de lo que somos y de lo que podemos. La relación entre el conocimiento y la virtud hace muchos siglos que está en cuestión. Las sociedades más cultas han cometido las peores atrocidades. Por lo tanto, la cuestión es: de todo aquello que sabemos, ¿qué estamos dispuestos a comprender? ¿Y hasta dónde dejaremos que nos afecte y nos transforme?


JORDI GALCERAN
Dramaturgo

1. La propia palabra incluye la respuesta. Es aquello que nos hace humanos, que nos define. Sirven para dar sentido a la vida.

2. Sin humanidades no hay humanos. En un mundo sin humanidades no seríamos conscientes ni de que hay mundo.

3. Sólo la cultura nos salva de la bestialidad. A más cultura, menos instinto, menos violencia. He visto que en Francia se está poniendo a prueba un cheque cultural para la gente joven, es una inversión inmejorable.

(...)

GUILLERMO ROJO
Lingüista informático. RAE

Como cuestión previa, debo confesar que hacer referencia a las humanidades me resulta un tanto inseguro. En el mundo del conocimiento científico, estas distinciones no sirven de mucho. La historia o la lingüística, por ejemplo, son disciplinas empíricas, y las diferencias que pueden presentar con las consideradas ciencias duras se explican por la naturaleza distinta de los objetos de los que se ocupan: los que resultan de la actividad de los seres humanos, de su vida social, tienen un carácter complejo, menos fácilmente sometido a reglas o leyes que los objetos naturales. De ahí las dificultades de la predicción en sociología, economía o lingüística. Otra cosa es, claro, si pensamos sólo en la creación artística y no en su estudio.

1. Es habitual decir que nada hay más práctico que una buena teoría. Creo que se puede aplicar también en este terreno. Sirven para comprendernos a nosotros mismos, a la comunidad a la que pertenecemos, a la historia que compartimos, para explorarnos en profundidad, aspectos todos ellos realmente prácticos.

2. El mundo simplemente no funcionaría. Al menos, no un mundo que mereciera la pena vivir. La presencia de las humanidades en los programas de estudio es fundamental para educar ciudadanos, ciudadanos críticos. Me remito al libro de Martha Nussbaum, Sin fines de lucro.

3. Debería, pero no estoy seguro (...).

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