Del discurso de Marcos Mundstock de Les Luthiers en el Congreso de la Lengua
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Congreso de lingüistas y filólogos
Ahora pasaré a un interesante tema gramatical. En un reciente congreso de lingüistas y filólogos al que fui invitado, se presentó un trabajo sobre la estructura de algunas formas idiomáticas curiosas, como, por ejemplo, la oración ‘Pedro sujetó al sujeto’. En esta oración, ‘Pedro’ es el sujeto, y ‘sujetó al sujeto’, el predicado. ‘Pedro’ es al mismo tiempo el sujeto y el que sujeta, o sea, el sujetador. Pero, también, ‘Pedro’ es un sujeto sintáctico: ‘sin táctico’, o sea, le falta tacto, por eso anda sujetando a los demás. Si tuviera un poco de tacto, no andaría sujetando a ningún sujeto, sino que trataría de conversar con él. ‘Pedro’ es el sujeto de la oración, el que ejecuta el predicado, o sea, el predicador. El predicador reza sus oraciones, por lo tanto el sujeto de la oración no es ‘Pedro’, sino el predicador. Ya lo dijo el famoso predicador mediático Warren Sánchez: ‘nunca me he sentido mejor sujeto que después de haber predicado’.
Otra oración curiosa es ‘Pedro lleva una gorra sujeta en la nuca’. Lo que llama la atención no es que Pedro lleve una gorra sino que tenga su jeta, su propia jeta, en la nuca, como el dios Jano. Las conclusiones a las que llegaron los autores de este estudio es que estas oraciones pertenecen a un tipo muy raro y que ese tipo se llama ‘Pedro’.
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(La Gaceta Salta, 30-03-2019)
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