Página de aula de lengua y literatura de Educación Secundaria

Los que no somos gigantes -la gran mayoría de los seres humanos- tenemos que ir supliendo nuestras carencias a base de esfuerzo y de ir ingeniándonoslas en muchos aspectos. De qué manera y en qué dirección, cada uno va supliendo sus propias carencias, eso dependerá ya del gusto y las particularidades de cada cual. Si investigaba en los ámbitos que me interesaban a mi ritmo y a mi gusto, asimilaba técnicas y conocimientos de un modo extremadamente eficaz (1)

Espero que esta carpetadelc te ayude a crear tu propio recorrido.

(1) Adaptado de De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki MURAKAMI

14.10.19

A don Miguel de Unamuno



    Por su libro Vida de don Quijote y Sancho

                             

Este donquijotesco
don Miguel de Unamuno, fuerte vasco,
lleva el arnés grotesco
y el irrisorio casco
del buen manchego. Don Miguel camina,
jinete de quimérica montura,
metiendo espuela de oro a su locura,
sin miedo de la lengua que malsina.

A un pueblo de arrieros,
lechuzos y tahúres y logreros
dicta lecciones de caballería.
Y el alma desalmada de su raza,
que bajo el golpe de su férrea maza
aun duerme, puede que despierte un día.
Quiere enseñar el ceño de la duda,
antes de que cabalgue, al caballero;
cual nuevo Hamlet, a mirar desnuda
cerca del corazón la hoja de acero.

Tiene el aliento de una estirpe fuerte
que soñó más allá de sus hogares,
y que el oro buscó tras de los mares.
El señala la gloria tras la muerte.
Quiere ser fundador y dice: Creo;
Dios y adelante el ánima española...
Y es tan bueno y mejor que fue Loyola:
sabe a Jesús y escupe al fariseo. 


                          Antonio Machado





 
 
 (Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar)

Un poeta que ve más allá. Lo extraordinario dentro de lo cotidiano



Chema Madoz, regar lo escondido



Documental biográfico sobre el fotógrafo español Chema Madoz, Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, en el que contemplaremos sus fotografías y nos acercaremos a su proceso creativo a través de varias entrevistas con Madoz y con otros artistas, escritores, fotógrafos...que han reflexionado sobre su obra.

Entre las claves para entender su obra, las resonancias que le unen a Jtosoan Brossa, a Joséca Val del Omar, al surrealismo y a las greguerías de Gómez de la Serna. "Chema Madoz descubre lo extraordinario dentro de lo cotidiano". Esta frase, quizá resume la característica principal del trabajo de Chema Madoz.

  "Recuerdo una ocasión..., debía tener unos cuatro años, aproximadamente, antes de empezar ir a la escuela, que mi madre me llevo a unas clases privadas para que me fueran enseñando los rudimentos de los números y de la escritura, y eran unas clases que daba una mujer en su propio piso, en una cocina. El día que llegué allí, a las clases, ya los niños habían comenzado y había una pequeña mesa en la que estaban copados todos los asientos, todos los sitios. Como no había un lugar para mí, la mujer, lo único que se le ocurrió fue habilitarme con una pequeña banqueta un pupitre y, para ello, me puso la banqueta delante del horno de la cocina, abrió el horno de la cocina y ese se convirtió en mi primer escritorio: escribiendo sobre el propio horno y ante ese recuadro negro. Ahí, yo creo que fue el primer momento, para mí, en que tomé conciencia de las posibilidades que ofrecían los objetos."
           

                                                     (Fuente: Imprescindibles, RTVE. es, A la  carta Televisión y Radio)


15.9.19

Despertar el dolor de la lucidez



(…) El año que viene casi todos ustedes serán profesores, literatura no saben demasiado pero lo suficiente para comenzar a enseñar, no es eso lo que me preocupa, me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir “Mostrar”. Mostrar no es adoctrinar, es dar información pero dando también, enseñando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esa información.

Si alguno de ustedes es un deficiente mental y cree en verdades reveladas, en dogmas religiosos o en doctrinas políticas sería saludable que se dedicara predicar en un templo o desde una tribuna.

Si por desgracia siguen en esto, traten de dejar las supersticiones en el pasillo, antes de entrar en el aula. No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, eso no sirve. Lo que se impone por la fuerza es rechazado y en poco tiempo se olvida. Ningún chico será mejor por saber de memoria el año en que nació Cervantes. Póngase como meta enseñarles a pensar, a que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas. Las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa.

Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas son ya lugares comunes, pero no pierden vigencia: qué, cómo, dónde, cuándo, por qué. Si en esto admitimos, también, eso de que “la meta es el camino”, como respuesta no nos sirve. Describe la tragedia de la vida, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado, pero que yo espero de ustedes, como maestros, se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin piedad. Sin límites.

(…) Traté de convencerme, a veces con éxito, de que mi vida tendría sentido si la vivía por ella.

(…) Uno sabe, pero se olvida de que sabe. Esa es la manera de convivir con la lucidez. Pero la cosa se complica cuando uno no se puede olvidar.

(…) El despertar de la lucidez puede no suceder nunca pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega, se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada; que la vida y la muerte no son consecutivas, sino simultaneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia.

(…) La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: Lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir ‘el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior’… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez.

(…) El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que con los años esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe. Hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente y sin motivo, se va, se apaga, desaparece. Es entonces cuando se sigue o no se sigue, se puede o no se puede.

Y si no se puede, no hay culpa. No importa el amor de los otros, ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa, la ausencia pasa. Se conoce a la muerte antes de morir: es un final antiguo, rutinario y común. Es un final deseado que se espera sin temor, porque uno lo ha vivido muchas veces. Todo da igual.


Lugares Comunes (2002), Adolfo Aristarain


(vía: https://didierreyvenegas.wordpress.com/2011/02/13/la-mision-de-ensenar-la-lucidez-y-sus-lugares-comunes/)

5.6.19

Hasta luego



                                                       
                                                                 Ha llegado la hora de retirarse
                                                      Estoy agradecido de todos
                                                      Tanto de los amigos complacientes
                                                      Como de los enemigos frenéticos
                                                      ¡Inolvidables personajes sagrados!

                                                      Miserable de mí
                                                      Si no hubiera logrado granjearme
                                                      La antipatía casi general:
                                                     ¡Salve perros felices
                                                     Que salieron a ladrarme al camino!
                                                     Me despido de ustedes
                                                     Con la mayor alegría del mundo.

                                                    Gracias, de nuevo, gracias
                                                    Reconozco que se me caen las lágrimas
                                                    Volveremos a vernos
                                                    En el mar, en la tierra donde sea.
                                                    Pórtense bien, escriban
                                                   Sigan haciendo pan
                                                   Continúen tejiendo telarañas
                                                   Les deseo toda clase de parabienes:
                                                   Entre los cucuruchos
                                                   De esos árboles que llamamos cipreses
                                                   Los espero con dientes y muelas.

                                                                                   Nicanor Parra






“Mamá, no me siento un chico. Hace tiempo que me siento una chica”

No nos importa él o ella. Nos importas TÚ: LUCÍA

TU TESTIMONIO

Lo primero es explicar el género como constructo social. Al nacer se te asigna un género del cual vas a hacer uso para relacionarte con el exterior únicamente basándose en tus genitales. A veces ese género que se nos asigna no nos hace sentir cómodos. Cuando eso pasa muchas personas sentimos rechazo por nuestro cuerpo o pronombres asignados (él, ella, …), ya que la sociedad ha creado un molde único correcto de lo que debe ser un hombre o una mujer. Querer acercarse lo máximo posible a esos cánones es considerado disforia de género. 

Hace bastante tiempo que, como mucha gente, no encajas con la vida que tienes. Estás viviendo tu vida, pero sientes que algo no va bien o puede ir perfecto también. Pero ese no es mi caso. Yo al principio no sabía muy bien lo que me pasaba. Es como que me sentía encasillada donde no debería y me sentía reprimida sin poder expresarme libremente. Tuve una infancia buena dentro de lo que cabe, ahí ya estuve dudando mucho sobre quién era. De hecho, me acuerdo que de pequeña me encantaba estar con mi hermana y hacer cosas “de chicas”. Me sentía muy bien. Como que por fin encajaba y eso me hacía sentirme muy feliz. Pero llegó un momento que dejé de hacer esas cosas por comentarios de la gente, “¿qué haces? Eso son cosas de chica” o “estás amariconando al niño”. Empecé a cerrarme y a no hacer o decir cosas por miedo. Después al no poder expresarme y a tener ese sentimiento de que no era yo me refugié en la comida, empecé a engordar y así pasaron unos cuantos años de mi vida hasta que me vi un día en el espejo y me pregunté qué estaba haciendo con mi vida. Empezó a importarme poco lo que dijera la gente. Pero ya era tarde. Era como que no podía volver a aquella época en la que era feliz estando con mi hermana porque ella tampoco veía bien que yo hiciera esas cosas. Luego pasaron unos pocos años, hasta el año pasado que empecé a entender un poco lo que me pasaba y que era lo que yo sentía. Todo esto fue gracias a una asociación llamada Arelas la cual vino a mi instituto a dar una charla sobre transexualidad. A partir de ahí empecé a entender lo que me pasaba. De hecho, me acuerdo que fuera a esta charla con la que era mi ex mejor amiga y me acuerdo perfectamente que me dijera algo como si eso me pasaba a mí y yo no supe que responder. Y la pregunta se quedó ahí flotando en el aire. Después durante unos cuantos meses le estuve dando vueltas a todo este tema hasta que llegaron las navidades del año pasado, del 2018. Y ya no aguanté más. Necesitaba contarlo. No fue fácil me acuerdo que la primera persona a quien se lo conté era una chica de Barcelona la cual me ayudó un montón y consiguió animarme a que se lo contase a mi madre. Y al final se lo conté. Me fue muy complicado porque era como que no me aceptaba y me odiaba. Casi un mes más tarde de decírselo a la primera persona vino contárselo a mi madre. La forma en que lo hice no me parece la mejor ahora mismo, pero yo deseaba soltar todo lo que llevaba dentro de mí. Así que lo hice. Como no me atrevía a decírselo a mi madre en persona me acuerdo que le envié un mensaje de texto, por fin se lo había dicho “mamá, no me siento un chico. Hace tiempo que me siento una chica”. A partir de ahí las cosas empezaron a ir un poco mejor. 

El problema que tiene esto, o al menos en mi caso, es que le das tantas vueltas a la cabeza que acabas muy mal mentalmente. Con ganas de llorar todo el día y preguntándote por qué tienes que vivir y deseando ojalá no haber nacido o cosas de ese estilo. Pero bueno, todo ha ido a mejor. Se lo fui contando a mis amigos, a mi familia y finalmente en clase lo cual me daba mucho miedo. Me acuerdo que el día que lo contaron en el instituto no quería salir de casa y me estuve preocupando por cómo se lo habría tomado la gente. Al salir de casa con una amiga, nos dijimos que no deberíamos estar preocupándonos de cómo reaccionaría la gente con este tipo de cosas ya que son cosas normales y corrientes. 

Eso ha sido mi historia. Permitidme, finalmente, hablaros un poco de la visibilidad de la transexualidad. Como ya dije anteriormente, no se le da la importancia que debería a la transexualidad y a los géneros no binarios. Estas cuestiones se tendrían que trabajar con ellas en clase, en casa. Que salieran más en la televisión, en vez de noticias del tipo “el Real Madrid ha perdido un partido de fútbol”. Es relevante tener en cuenta que al nacer se nos asigna un género según el órgano reproductor que tengamos. Aunque las personas transexuales seamos una minoría está demostrado que el género no tiene que ver con los genitales, sino que tiene que ver con el cerebro. 

También es normal que una persona cuando sienta estos sentimientos y quiera “salir del armario” tenga miedo al rechazo por parte de personas a las que quieres. Tienes que tener mucha paciencia con esto. Porque al principio no se suele aceptar bien un cambio tan repentino. Es como que alguien que tú conoces de siempre muere y deja de existir y otra persona aparece de repente en tu vida. Tienes que hablarles del tema. Cuando se lo conté a mis abuelos, por la desinformación, ellos me decían que a lo mejor lo que me pasaba es que era gay y que a estas edades aún no podía saber quién soy. Por esto tuve que pararme a intentar explicárselo para que lo entendiesen. A día de hoy me siguen llamando Gabriel cuando les he dicho muchas veces que me llamo Lucía. Pero bueno, a base de explicárselo y hablar con ellos parece que empiezan a entender esto y ahora quieren acompañarme en este paso de mi vida. Entiendo que esto puede ser por parte del miedo a cómo será mi vida a partir de ahora, porque todavía nos discriminan bastante. 




TUS COMPAÑEROS

Es un gran paso el que has tomado, me siento muy orgullosa de ti. Espero que a partir de ahora te sientas súper a gusto contigo misma y que seas feliz. Vas a tener todo nuestro apoyo. Mucha fuerza, Lucía.

Espero que en este grito de liberación mejore mucho tu vida. Aunque la vida por momentos sea complicada, sabes que todo va a mejorar después de esto. Enhorabuena, Lucía.

Por tu parte es muy valiente lo que has hecho y aunque te parezca extraño a pesar de nuestra escasa relación, me siento muy orgullosa de que le hayas mostrado a la gente quien eres realmente.

Admiro tu valentía, mucho ánimo.

Me alegro que hayas dado el paso a una nueva aventura de tu vida que te haga ser libre.

Orgullosa del gran paso que has dado. Ánimo y disfruta del nuevo y maravilloso camino que te espera.

Lucía, qué valiente eres, después de este gran paso te debes de haber quitado un gran peso de encima. Ojalá de ahora en adelante puedas ser tu misma, con tus virtudes y tus defectos, mucho ánimo.

Me alegro de que hayas sido capaz de dar el paso y liberarte de las cadenas de la sociedad siendo una valiente, que sé que no es fácil serlo.

No dejes que nadie te discrimine, ignora todas las malas palabras y sonríe. Te mereces ser feliz.

Enhorabuena por dar el gran paso de ser tú misma, por atreverte a sentirte libre, en armonía contigo misma. Enhorabuena por sincerarte contigo y con los demás. Por ser valiente.

Bienvenida Lucía, aunque siempre estuviste aquí.

Sé valiente y defiende tus ideas. Tienes el poder en ti misma. Nadie se te opondrá.

Querida amiga, no sabes lo orgullosa que estoy de ti por superar tus miedos, por enfrentarte a todo y a todos. Sé que no fue fácil, pero lo conseguiste y por fin eres tú misma. Desde que me lo contaste sabes que me tienes y me vas a tener para lo que sea. Te quiero, amiga

Eres muy valiente haciendo esto, expresando tus sentimientos sin importarte lo que la gente pueda pensar. Es un paso muy importante el que estás dando y quiero que sepas que te apoyo, así como espero que todo el mundo lo haga.

Bueno, ya sabes que no hay inconveniente, simplemente sé la de siempre y sigue así. Felicidades.

No es que tengamos una gran relación, pero me gustaría decirte que eres una persona muy valiente. Que nadie modifique tu forma de pensar ni tus sentimientos, porque como tu nombre indica, tú eres la luz de tu propia vida.

Has sido muy valiente y fuerte al expresar lo que eres y lo que sientes de verdad, ya que es normal sentir miedo y que eso lo haga todo más difícil.    No hagas caso a la gente que pueda no estar de acuerdo. Sé tú misma, siempre.

Enhorabuena por tu valentía. Me alegra que consiguieras lo que deseabas.

No me importa tu género, me importa tu interior. Siempre me has caído bien y nada va a influir en eso. Aquí tienes un amigo para todo, Lucía.

Nunca tengas miedo de ser tú misma. Así como eres ya eres una persona maravillosa. Ya me gustaría a mí tener esa valentía que tú tienes. Estoy muy orgullosa de ti. Espero que a partir de ahora puedas ser completamente feliz, porque te lo mereces.

Gracias por haber dejado el miedo atrás y poder ser libre. Bienvenida, Lucía.

Lucía, eres luz y vida, eres única y valiente. Estamos todos orgullosos de que empieces tu nueva vida siendo quien tú misma eres.

No nos conocemos desde siempre, pero te deseo una nueva feliz vida. Espero que con este gran paso que has decidido dar seas quien querías ser.

Valentía, esa es la palabra que te representa a ti, Lucía. Gracias por enseñarnos que a pesar de los obstáculos de esta sociedad puedes ser libre de tomar tus decisiones.

Estoy muy orgullosa de ti, de cómo has aguantado todo y como has conseguido soltarlo. Sin duda eres una de las personas más valientes que he conocido.

Querida Lucía, me parece increíble que estando desde los tres años juntos, esta sea la primera vez que te vea.

Estoy emocionado, no solo por ti, sino también por mí. Espero que a partir de ahora pueda estar a tu altura, y algún día ser tan valiente como tú. Te quiero amiga.

Serás bienvenida, aceptada y apoyada por cada uno de todos nosotros en este nuevo paso que has dado en tu vida.


                                                                                  (Colectivo 4º A, 16 de mayo de 2019) 

9.4.19

‘Pedro sujetó al sujeto’





Del discurso de Marcos Mundstock de Les Luthiers en el Congreso de la Lengua



(...)

Congreso de lingüistas y filólogos
Ahora pasaré a un interesante tema gramatical. En un reciente congreso de lingüistas y filólogos al que fui invitado, se presentó un trabajo sobre la estructura de algunas formas idiomáticas curiosas, como, por ejemplo, la oración ‘Pedro sujetó al sujeto’. En esta oración, ‘Pedro’ es el sujeto, y ‘sujetó al sujeto’, el predicado. ‘Pedro’ es al mismo tiempo el sujeto y el que sujeta, o sea, el sujetador. Pero, también, ‘Pedro’ es un sujeto sintáctico: ‘sin táctico’, o sea, le falta tacto, por eso anda sujetando a los demás. Si tuviera un poco de tacto, no andaría sujetando a ningún sujeto, sino que trataría de conversar con él. ‘Pedro’ es el sujeto de la oración, el que ejecuta el predicado, o sea, el predicador. El predicador reza sus oraciones, por lo tanto el sujeto de la oración no es ‘Pedro’, sino el predicador. Ya lo dijo el famoso predicador mediático Warren Sánchez: ‘nunca me he sentido mejor sujeto que después de haber predicado’.

Otra oración curiosa es ‘Pedro lleva una gorra sujeta en la nuca’. Lo que llama la atención no es que Pedro lleve una gorra sino que tenga su jeta, su propia jeta, en la nuca, como el dios Jano. Las conclusiones a las que llegaron los autores de este estudio es que estas oraciones pertenecen a un tipo muy raro y que ese tipo se llama ‘Pedro’.

(...)


(La Gaceta Salta, 30-03-2019)

8.4.19

Si vales, vales y vas a letras (II)



En este otro artículo “¿Las humanidades nos hacen mejores personas?” (Magi Camps, La Vanguardia Cultura, 18/02/2019) algunas personalidades de la cultura se pronuncian:

Responden a estas preguntas:

1. ¿Qué aportan las humanidades a un mundo eminentemente práctico? ¿Para qué sirven?
2. ¿El mundo funcionaría peor sin las humanidades?
3. ¿Nos hacen mejores personas?

MARINA GARCÉS
Filósofa. UOC

1. Las humanidades, para mí, no son un conjunto de disciplinas académicas “de letras”, sino una aproximación a la experiencia humana que lo que tiene en cuenta es el punto de vista de la dignidad y libertad. Por lo tanto, las humanidades son aquella mirada que no se reduce a evaluar resultados, sino que nos permite interrogarnos por el sentido y el valor de lo que hacemos. En un mundo donde la práctica se entiende como una aplicación inmediata de soluciones a corto plazo, la mirada humanística nos hace menos esclavos.

2. Me parece bastante evidente que el mundo funciona muy mal: la devastación de formas de vida, humanas y no humanas, crece exponencialmente. Ante este hecho, que casi estamos aceptando como un destino inevitable, las humanidades aparecen de nuevo como un elemento de resistencia y de contrapoder, como un compromiso existencial y político con una vida más

3. Por ellas mismas, las humanidades no hacen nada. Somos nosotros quienes nos podemos hacer mejores o peores según cómo nos relacionamos con los límites de lo que sabemos, de lo que somos y de lo que podemos. La relación entre el conocimiento y la virtud hace muchos siglos que está en cuestión. Las sociedades más cultas han cometido las peores atrocidades. Por lo tanto, la cuestión es: de todo aquello que sabemos, ¿qué estamos dispuestos a comprender? ¿Y hasta dónde dejaremos que nos afecte y nos transforme?


JORDI GALCERAN
Dramaturgo

1. La propia palabra incluye la respuesta. Es aquello que nos hace humanos, que nos define. Sirven para dar sentido a la vida.

2. Sin humanidades no hay humanos. En un mundo sin humanidades no seríamos conscientes ni de que hay mundo.

3. Sólo la cultura nos salva de la bestialidad. A más cultura, menos instinto, menos violencia. He visto que en Francia se está poniendo a prueba un cheque cultural para la gente joven, es una inversión inmejorable.

(...)

GUILLERMO ROJO
Lingüista informático. RAE

Como cuestión previa, debo confesar que hacer referencia a las humanidades me resulta un tanto inseguro. En el mundo del conocimiento científico, estas distinciones no sirven de mucho. La historia o la lingüística, por ejemplo, son disciplinas empíricas, y las diferencias que pueden presentar con las consideradas ciencias duras se explican por la naturaleza distinta de los objetos de los que se ocupan: los que resultan de la actividad de los seres humanos, de su vida social, tienen un carácter complejo, menos fácilmente sometido a reglas o leyes que los objetos naturales. De ahí las dificultades de la predicción en sociología, economía o lingüística. Otra cosa es, claro, si pensamos sólo en la creación artística y no en su estudio.

1. Es habitual decir que nada hay más práctico que una buena teoría. Creo que se puede aplicar también en este terreno. Sirven para comprendernos a nosotros mismos, a la comunidad a la que pertenecemos, a la historia que compartimos, para explorarnos en profundidad, aspectos todos ellos realmente prácticos.

2. El mundo simplemente no funcionaría. Al menos, no un mundo que mereciera la pena vivir. La presencia de las humanidades en los programas de estudio es fundamental para educar ciudadanos, ciudadanos críticos. Me remito al libro de Martha Nussbaum, Sin fines de lucro.

3. Debería, pero no estoy seguro (...).

Si vales, vales y vas a letras (I)



Cada vez más estudiantes sobresalientes eligen carreras de humanidades

Ese antiguo dicho que decía que “el que vale, vale, y si no, a letras” está siendo combatido por jóvenes alumnos de talento brillante que escogen carreras de “letras” (sociales o humanidades) como primera y única opción. Muchos de estos estudiantes de trayectorias sobresalientes en secundaria y bachillerato y que presentan una variedad de intereses distintos que no conocen la frontera de las letras, las ciencias o el arte son cuestionados si optan por carreras humanísticas. Estos mismos chicos explican sus experiencias de cómo algunos padres, profesores, amigos consideran que es un desperdicio que se estudie filosofía, literatura, antropología... y ya no hablemos de otras opciones como filología clásica o ciencias de la antigüedad. “Pudiendo hacer ingeniería o medicina...”.

En esta creencia juegan muchos factores. Desde el reconocimiento social superior en carreras técnicas y sanitarias hasta la inquietud de los adultos por que sus hijos estén bien situados el día de mañana, con trabajos seguros y bien remunerados.

No obstante, cada vez más estudiantes desafían la opción de la seguridad, la empleabilidad o el prestigio y hacen aquello que más les gusta.
(…)

(Carina Farreras, La Vanguardia, 23/08/2018)

(En el texto completo podrás ver algunos ejemplos).