No nos importa él o ella. Nos importas TÚ: LUCÍA
TU TESTIMONIO
Lo primero es explicar el género como constructo social. Al nacer se te asigna un género del cual vas a hacer uso para relacionarte con el exterior únicamente basándose en tus genitales. A veces ese género que se nos asigna no nos hace sentir cómodos. Cuando eso pasa muchas personas sentimos rechazo por nuestro cuerpo o pronombres asignados (él, ella, …), ya que la sociedad ha creado un molde único correcto de lo que debe ser un hombre o una mujer. Querer acercarse lo máximo posible a esos cánones es considerado disforia de género.
Hace bastante tiempo que, como mucha gente, no encajas con la vida que tienes. Estás viviendo tu vida, pero sientes que algo no va bien o puede ir perfecto también. Pero ese no es mi caso. Yo al principio no sabía muy bien lo que me pasaba. Es como que me sentía encasillada donde no debería y me sentía reprimida sin poder expresarme libremente. Tuve una infancia buena dentro de lo que cabe, ahí ya estuve dudando mucho sobre quién era. De hecho, me acuerdo que de pequeña me encantaba estar con mi hermana y hacer cosas “de chicas”. Me sentía muy bien. Como que por fin encajaba y eso me hacía sentirme muy feliz. Pero llegó un momento que dejé de hacer esas cosas por comentarios de la gente, “¿qué haces? Eso son cosas de chica” o “estás amariconando al niño”. Empecé a cerrarme y a no hacer o decir cosas por miedo. Después al no poder expresarme y a tener ese sentimiento de que no era yo me refugié en la comida, empecé a engordar y así pasaron unos cuantos años de mi vida hasta que me vi un día en el espejo y me pregunté qué estaba haciendo con mi vida. Empezó a importarme poco lo que dijera la gente. Pero ya era tarde. Era como que no podía volver a aquella época en la que era feliz estando con mi hermana porque ella tampoco veía bien que yo hiciera esas cosas. Luego pasaron unos pocos años, hasta el año pasado que empecé a entender un poco lo que me pasaba y que era lo que yo sentía. Todo esto fue gracias a una asociación llamada
Arelas la cual vino a mi instituto a dar una charla sobre transexualidad. A partir de ahí empecé a entender lo que me pasaba. De hecho, me acuerdo que fuera a esta charla con la que era mi ex mejor amiga y me acuerdo perfectamente que me dijera algo como si eso me pasaba a mí y yo no supe que responder. Y la pregunta se quedó ahí flotando en el aire. Después durante unos cuantos meses le estuve dando vueltas a todo este tema hasta que llegaron las navidades del año pasado, del 2018. Y ya no aguanté más. Necesitaba contarlo. No fue fácil me acuerdo que la primera persona a quien se lo conté era una chica de Barcelona la cual me ayudó un montón y consiguió animarme a que se lo contase a mi madre. Y al final se lo conté. Me fue muy complicado porque era como que no me aceptaba y me odiaba. Casi un mes más tarde de decírselo a la primera persona vino contárselo a mi madre. La forma en que lo hice no me parece la mejor ahora mismo, pero yo deseaba soltar todo lo que llevaba dentro de mí. Así que lo hice. Como no me atrevía a decírselo a mi madre en persona me acuerdo que le envié un mensaje de texto, por fin se lo había dicho “mamá, no me siento un chico. Hace tiempo que me siento una chica”. A partir de ahí las cosas empezaron a ir un poco mejor.
El problema que tiene esto, o al menos en mi caso, es que le das tantas vueltas a la cabeza que acabas muy mal mentalmente. Con ganas de llorar todo el día y preguntándote por qué tienes que vivir y deseando ojalá no haber nacido o cosas de ese estilo. Pero bueno, todo ha ido a mejor. Se lo fui contando a mis amigos, a mi familia y finalmente en clase lo cual me daba mucho miedo. Me acuerdo que el día que lo contaron en el instituto no quería salir de casa y me estuve preocupando por cómo se lo habría tomado la gente. Al salir de casa con una amiga, nos dijimos que no deberíamos estar preocupándonos de cómo reaccionaría la gente con este tipo de cosas ya que son cosas normales y corrientes.
Eso ha sido mi historia. Permitidme, finalmente, hablaros un poco de la visibilidad de la transexualidad. Como ya dije anteriormente, no se le da la importancia que debería a la transexualidad y a los géneros no binarios. Estas cuestiones se tendrían que trabajar con ellas en clase, en casa. Que salieran más en la televisión, en vez de noticias del tipo “el Real Madrid ha perdido un partido de fútbol”. Es relevante tener en cuenta que al nacer se nos asigna un género según el órgano reproductor que tengamos. Aunque las personas transexuales seamos una minoría está demostrado que el género no tiene que ver con los genitales, sino que tiene que ver con el cerebro.
También es normal que una persona cuando sienta estos sentimientos y quiera “salir del armario” tenga miedo al rechazo por parte de personas a las que quieres. Tienes que tener mucha paciencia con esto. Porque al principio no se suele aceptar bien un cambio tan repentino. Es como que alguien que tú conoces de siempre muere y deja de existir y otra persona aparece de repente en tu vida. Tienes que hablarles del tema.
Cuando se lo conté a mis abuelos, por la desinformación, ellos me decían que a lo mejor lo que me pasaba es que era gay y que a estas edades aún no podía saber quién soy. Por esto tuve que pararme a intentar explicárselo para que lo entendiesen. A día de hoy me siguen llamando Gabriel cuando les he dicho muchas veces que me llamo Lucía. Pero bueno, a base de explicárselo y hablar con ellos parece que empiezan a entender esto y ahora quieren acompañarme en este paso de mi vida. Entiendo que esto puede ser por parte del miedo a cómo será mi vida a partir de ahora, porque todavía nos discriminan bastante.
TUS COMPAÑEROS
Es
un gran paso el que has tomado, me siento muy
orgullosa de ti. Espero
que a partir de ahora te sientas súper
a gusto contigo misma y que seas feliz. Vas a tener todo nuestro apoyo. Mucha
fuerza, Lucía.
Espero
que en este grito de liberación mejore mucho tu vida. Aunque la vida por
momentos sea complicada, sabes que todo va a mejorar después de esto.
Enhorabuena, Lucía.
Por
tu parte es muy valiente lo que
has hecho y aunque te parezca extraño a pesar de nuestra escasa
relación, me siento muy orgullosa de que le hayas mostrado a la gente quien
eres realmente.
Admiro tu valentía, mucho ánimo.
Me alegro que hayas dado el paso a una nueva aventura de tu vida que te
haga ser libre.
Orgullosa del gran paso que has dado. Ánimo y disfruta del nuevo y
maravilloso camino que te espera.
Lucía, qué valiente eres, después de este gran paso te debes de haber
quitado un gran peso de encima. Ojalá de ahora en adelante puedas ser tu misma,
con tus virtudes y tus defectos, mucho ánimo.
Me alegro de que hayas sido capaz de dar el paso y liberarte de las cadenas
de la sociedad siendo una valiente, que sé que no es fácil serlo.
No dejes que nadie te discrimine, ignora todas las malas palabras y sonríe.
Te mereces ser feliz.
Enhorabuena por dar el gran paso de ser tú misma, por atreverte a sentirte
libre, en armonía contigo misma. Enhorabuena por sincerarte contigo y con los
demás. Por ser valiente.
Bienvenida Lucía, aunque siempre estuviste aquí.
Sé valiente y defiende tus ideas. Tienes el poder en ti misma. Nadie se te
opondrá.
Querida amiga, no sabes lo orgullosa que estoy de ti por superar tus
miedos, por enfrentarte a todo y a todos. Sé que no fue fácil, pero lo
conseguiste y por fin eres tú misma. Desde que me lo contaste sabes que me tienes
y me vas a tener para lo que sea. Te quiero, amiga
Eres muy valiente haciendo esto, expresando tus sentimientos sin importarte
lo que la gente pueda pensar. Es un paso muy importante el que estás dando y
quiero que sepas que te apoyo, así como espero que todo el mundo lo haga.
Bueno, ya sabes que no hay inconveniente, simplemente sé la de siempre y
sigue así. Felicidades.
No es que tengamos una gran relación, pero me gustaría decirte que eres una
persona muy valiente. Que nadie modifique tu forma de pensar ni tus
sentimientos, porque como tu nombre indica, tú eres la luz de tu propia vida.
Has sido muy valiente y fuerte al expresar lo que eres y lo que sientes de
verdad, ya que es normal sentir miedo y que eso lo haga todo más difícil. No hagas caso a la gente que pueda no estar
de acuerdo. Sé tú misma, siempre.
Enhorabuena por tu valentía. Me alegra que consiguieras lo que deseabas.
No me importa tu género, me importa tu interior. Siempre me has caído bien
y nada va a influir en eso. Aquí tienes un amigo para todo, Lucía.
Nunca tengas miedo de ser tú misma. Así como eres ya eres una persona
maravillosa. Ya me gustaría a mí tener esa valentía que tú tienes. Estoy muy
orgullosa de ti. Espero que a partir de ahora puedas ser completamente feliz,
porque te lo mereces.
Gracias por haber dejado el miedo atrás y poder ser libre. Bienvenida,
Lucía.
Lucía, eres luz y vida, eres única y valiente. Estamos todos orgullosos de
que empieces tu nueva vida siendo quien tú misma eres.
No nos conocemos desde siempre, pero te deseo una nueva feliz vida. Espero
que con este gran paso que has decidido dar seas quien querías ser.
Valentía, esa es la palabra que te representa a ti, Lucía. Gracias por
enseñarnos que a pesar de los obstáculos de esta sociedad puedes ser libre de
tomar tus decisiones.
Estoy muy orgullosa de ti, de cómo has aguantado todo y como has conseguido
soltarlo. Sin duda eres una de las personas más valientes que he conocido.
Querida Lucía, me parece increíble que estando desde los tres años juntos,
esta sea la primera vez que te vea.
Estoy emocionado, no solo por ti, sino también por mí. Espero que a partir
de ahora pueda estar a tu altura, y algún día ser tan valiente como tú. Te
quiero amiga.
Serás bienvenida, aceptada y apoyada por cada uno de
todos nosotros en este nuevo paso que has dado en tu vida.
(Colectivo
4º A, 16 de mayo de 2019)