Las palabras son inexactas, pero es lo
único que tenemos, por eso hay que hablar mucho, hablar de todo como si
fuésemos hombres perfectos. Uno lee y se retuerce de dolor, y se muere por las
noches porque le duelen los ojos y va al museo o al cine o al teatro y se muere
de dolor porque no entiende nada. Pero después cuando lo comparte lo olvida
todo […]
¿Dime cómo salta, dime
cómo ríe, dime cómo habla el hombre perfecto? ¡Háblame! […]
Prométeme que nacerás y
nos explicarás por última vez el cielo
Por última vez el mar
Por última vez la lluvia y los números
Prométeme que nacerás y nos explicarás por última vez
La palabra y el silencio y la muerte
[…]
Prométeme que nacerás y nos explicarás todo otra vezPor última vez el mar
Por última vez la lluvia y los números
Prométeme que nacerás y nos explicarás por última vez
La palabra y el silencio y la muerte
[…]
Para que dejemos de hablar de ello
Y podamos vivir.
Pablo Fidalgo y Celso Giménez, La velocidad del padre, la velocidad de la madre
imagen:deviantart.com |
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